Archivo de la categoría ‘General’

31 Jul

TASCAS DE ETIOPÍA, ENTRAÑABLES REFUGIOS

Si acabas de bajar de las montañas Dashen y has estado diez días caminando entre montañas, valles perdidos y aldeas fuera del tiempo de seguro que te apetece una cerveza bien fría. Al contrario de lo que se pueda pensar desde fuera, Etiopía tiene excelentes cervezas e incluso un buen vino tinto. Y, sobre todo, Etiopía tiene tascas y garitos repartidos entre muchas de sus ciudades y pueblos.

Viaje a Etiopía

Siempre que puedo me gusta explorar esas “tascas”, refugio de una variada fauna local. Aquí siempre eres bien recibido, aunque tengo que confesar, que con cierta extrañeza por los paisanos… pues pocos “turistas” se aventuran entre las paredes de esos locales . Esa “extrañeza” pasa rápidamente a otro plano y a partir de ese momento eres uno más de la “parroquia”. Por lo general, no hay mucha concesión al refinamiento, ¿o si?.

Viaje a Etiopía

Los locales están dulcemente decorados con dibujos y pinturas muestra de un auténtico arte popular, los colores llamativos, carteles antiguos, puestos quizás por manos muertas hace más de treinta años…y ahí siguen, haciéndote sentir que formas parte de un viaje en el tiempo. Aquí descubres la ciudad por dentro, te enteras de cosas que no cuentan los “guías locales”, sientes que formas parte de un espacio de vida inmerso en la realidad, que aprendes mucho más de ese país …, lejos del cómodo “lobby” de un hotel o de la cocteleria del Hilton.

Etiopía, Noviembre 2014.
Texto y fotos © Faustino Rodriguez Quintanilla
(Dibujos de mi Cuaderno de Viaje por Etiopía)

 

24 Jul

JOEL EL CAZAMARIPOSAS Y SUS HISTORIAS DE LA SELVA

Habíamos cruzado los Andes en un autobús de locura, en donde sientes realmente que te la puedes pegar en cada curva y donde la vida vale muy poco….

Viaje a Villa Tunari en Bolivia

Por fin llegamos en la oscura noche a Villa Tunari, un villorrio en plena selva boliviana. Los olores dulzones, la gente aplatanada, el rumor de la selva…, estamos en la cuenca del Amazonas, ¡qué bien nos cae una cerveza fría!

Al día siguiente el “cazamariposas” Joel nos lleva a recorrer la densa jungla, una buena caminata nos adentra en la espesura del Parque Nacional Machia.

Viaje a Villa Tunari en Bolivia

Villa Tunari en Bolivia

Joel es el jefe y único empleado de su empresa “Saltamontes”. –Antes me dedicaba a cazar mariposas, hoy las dejo libres y me dedico a acompañar a turistas.

Viaje a Villa Tunari en BoliviaMire señor Faustino, allí va una “Morpho Zafiro” y por allí una “Diaethria Anna”. Por ahí “vuelan” 100 dólares, ¡ah y por aquí 50!, ¡vaya!

En la noche, en un agradable restaurante, bajo el aguacero de la tormenta tropical, cenamos “Surubi”, un excelente pescado de río. Mientras, pienso en unas escalofriantes palabras que nos ha contado esta mañana Joel: “Un día vinieron unos tipos por aquí a los que acompañé en una excursión por la selva. Me comentaron que habían sido de la “jeta” o la “zeta”, o algo así…, me dijeron que andaban buscando un lugar para quedarse…, que estaban cansados de matar a gente…”.

Villa Tunari. Bolivia. Octubre de 2012.

Texto y fotos ©: Faustino Rodríguez Quintanilla.

30 Jun

NO ES FÁCIL LLEGAR AL PAÍS DE LOS KAFIRES

Alventus Viaje al País de los Kafires

En aquélla ocasión, la aduana de la República Islámica de Pakistán nos requisó nuestras pocas botellas de vino y whisky. De esto hace algunos años, pero ya apuntaban maneras. Por ello, cuando llevas más de un mes subiendo y bajando montañas y mascando el polvo en algunas de las rutas más remotas de la Tierra tu gaznate y tus sentidos agradecen un poco de vino rancio, no había duda, habíamos llegado al país de los Kafires, al Kafiristán, la “tierra de los infieles”. Un enigma para antropólogos e historiadores, los Kafires han permanecido durante siglos aislados en estas montañas.

No son unas montañas cualquiera, aquí se mezclan el Hindu Kush, el Pamir y el Karakorum. Esparcidos por angostos valles, varias comunidades preservan una raza de hombres y mujeres esbeltos, muchos rubios y de ojos azules.

Antiguas leyendas aseguran que los Kafires descienden de una legión de los ejércitos de Alejandro Magno perdida en una de sus expediciones. Adoran a Iskander (Alejandro) el gran guerrero que vino de occidente, practican una religión tradicional donde perviven elementos de la mitología griega. No se han mezclado con sus vecinos musulmanes y las mujeres son independientes a la vez que se visten con vistosos trajes de vivos colores. Llegaron a resistir todas las invasiones, incluidas la expansión del Islam durante el siglo VIII.

Alventus Viaje al País de los Kafires

Por ello, nos sentíamos a gusto en la perdida aldea de Bumburet, rodados de niños juguetones, viejos curtidos por el sol, mujeres curiosas y hombres recios que nos ofrecían vino de cepas cuidadas por ellos desde hace siglos. Un momento para el respiro después de la “presión” a que estás sometido cuando haces un viaje por las montañas del rígido Pakistán.

Días más tarde, lejos ya de mi querido “País de los Kafires” un policía pakistaní me volvió a requisar una botella de vino turbio que me había regalado mi amigo Amir. Ni yo tengo remedio ni los pakistaníes tampoco, pensé contrariado ante la cara chulesca y grosera del esbirro policía confiscador.

El esbirro sonreía ampliamente mientras el zumo de uva se desparramaba. En aquella época no era fácil llegar al País de los Kafires. Hoy es prácticamente imposible. Los Kafires están viviendo terribles momentos que están poniendo en peligro su propia existencia. Las hordas de “talibanes” y la poca comprensión de las autoridades del Pakistán machacan con saña a unos hombres y mujeres que fueron libres.

Montañas del Hindu Kush. País de los Kafires. (Pakistán) Octubre de 1990.
Texto y fotos © *: Faustino Rodríguez Quintanilla
(*excepto la foto de la pareja de mujeres que proviene de un banco de imágenes)